El impacto de la universidad en la sociedad no debe centrarse solamente en el sector urbano. Muy por el contrario, se requiere que esa vinculación se desarrolle a lo largo y ancho de todo el país, abriendo la mayor cantidad de oportunidades para el estudiantado, pero también para los miembros de la sociedad civil. Desde esta postura, las transformaciones esperadas en el modelo universitario tienen una dimensión externa, una en la que la academia y las formas de organización interna faciliten esa vinculación con la sociedad, ofreciendo soluciones a sus problemas desde la docencia, la investigación, la extensión y la producción, y a la vez, aprendiendo de ella para romper con la perspectiva de claustro desvinculado de la realidad y el contexto.

La UNESCO, (2023) destaca un potencial desencuentro entre la educación y la producción que llega a afectar a un 24% de los empleadores del mundo y un 32% para América Latina y el Caribe. Sin embargo, no se puede podemos limitar la contribución universitaria al mundo del trabajo y al desarrollo a la formación de personas que se desempeñarán como empleadas, sino también que puedan generar desarrollo, producción y empleo a otros sectores de la sociedad. En tanto, en el caso de Costa Rica las regiones no pertenecientes al sector central del país son las más deprimidas económica y socialmente (referencia). La misma UNESCO (2023) indica que los estudiantes de estratos socioeconómicos más bajos están más atraídos por programas de educación no universitaria, por lo práctico y flexible de su naturaleza, pero con los impactos en el desarrollo profesional, humano y cultural de los que estos programas carecen.

¿Cómo puede una institución de educación superior resguardar y desarrollar sus fines y principios fundamentales y hacerlo en una vinculación estrecha con los actores sociales?

Quizá una de las vinculaciones más desafiantes es la relativa a la industria. Para poder encontrar el punto de acuerdo que supere las tensiones y contradicciones históricas que puedan existir en esta vinculación, que de manera adecuada podría ser de gran contribución para la sociedad, se requerirá de modelos y enfoques metodológicos adecuados, que sin duda tendrán incidencia en la dinámica académica y formas de organización institucional. Para (Medvedeva, 2015) la cooperación activa entre la universidad y la sociedad será necesaria incluso para atender el reto de la igualdad de oportunidades de acceso a la educación, especialmente en el caso costarricense en la vinculación universidad-territorios, para lo cual la Extensión Universitaria demanda una mayor atención que redunde en proyectos más pertinentes y adecuados a las necesidades productivas, sociales y culturales.